Moneda propia para La Rioja: el proyecto que envió el gobernador Quintela

El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, anunció hoy que llamó a sesiones extraordinarias en su distrito para tratar un proyecto que envió para que la provincia tenga una moneda propia tras los conflictos con la policía local por reclamos de recomposición salarial.

Por qué importa.

De aprobarse la iniciativa, será la primera provincia en tener un instrumento local para afrontar la falta de recursos que provocó la reducción al mínimo de las transferencias discrecionales del Estado nacional a las provincias, sumado a la pérdida en la recaudación por la reforma del Impuesto a las Ganancias.

En detalle.

Quintela explicó que la divisa funcionará con un porcentaje en efectivo y otro en bono. "Esos bonos los recibe la provincia para el pago de los servicios, los impuestos y las casas. También los intendentes. Y el banco los cambia a las 48 horas". Además, adelantó que le pedirá a la Cámara del Comercio riojana la autorización para que la moneda local pueda utilizarse en las tiendas.

Profundizá

En contexto.

Efectivos activos y retirados de la Policía de La Rioja convocaron el jueves a un paro en la provincia y se manifestaron en la Plaza 25 de Mayo de la capital riojana en reclamo por una recomposición salarial. El mandatario aseguró hoy que ayer por la noche se logró un acuerdo con los uniformados.

Declaración.

"Convoco a sesiones extraordinarias y envío un proyecto de ley para que me den un instrumento financiero virtual o físico, autorización de la Cámara, para poder echar mano de ser necesario a ese instrumento ante el abandono de la Nación para La Rioja. Hoy nos deben $9.300 millones del mes pasado", " target="_blank" rel="noreferrer noopener">informó Quintela en Radio 10.

Antecedentes.

La Rioja ya ha implementado el uso de una cuasimonedas en contextos de crisis. La última vez fueron unos bonos denominados Evita que se emitieron en mayo de 2001 y dejaron de circular en 2004. Antes, otro instrumento similar había sido utilizado entre 1985 y 1991 por el entonces gobernador Carlos Menem para pagar sueldos.