30 de septiembre de 2022 - 18.35 / Actualizado: 22 de febrero de 2024 - 19.53
El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, consideró ayer que “hay que pensar adecuadamente a la hora de provocar procesos de contracción de la demanda en un país que tiene fragilidad social”. Lo hizo en el encuentro anual de graduados de la Universidad Di Tella que lo reunió con el extitular de la cartera que conduce, Guido Sandleris.
Por qué importa. El Gobierno se comprometió con el FMI a sostener tasas de interés reales positivas, en un escenario de inflación de 78,5% interanual. Las tasas se asemejan a las aplicadas en la gestión de Sandleris, superiores al 70%.
También importa. Desde el cambio en el Ministerio de Economía, hubo contrapuntos entre decisiones de esa cartera y el Central, en particular la incapacidad de operar en el mercado único de cambios para los agroexportadores y la decisión de subirles las tasas de financiamiento.
Además. En los últimos diez días se conocieron los datos de pobreza y de crecimiento: mientras la actividad económica creció un 6,5% en el primer semestre del año, en el mismo período la pobreza se redujo solo en 0,1 puntos porcentuales y la indigencia aumentó 0,6 puntos.
En detalle.
“Provocar procesos de contracción de demanda y recesivos en un país que tiene fragilidad social hay que pensarlo adecuadamente. El camino que queda, que es muy difícil, es encontrar un camino al crecimiento económico, ampliando la oferta, no contrayendo la demanda”, destacó Pesce en el encuentro al que pudo acceder CORTA. “En Argentina tenemos dos problemas económicos graves: la pobreza y la desigualdad. Tiene que haber un compromiso en la política económica para resolverlos. El modo de resolverlo es con crecimiento económico y Argentina mostró dificultades para lograrlo. La Argentina desde principios de la década pasada no crece sostenidamente. Si buscamos la razones las vamos a encontrar en dos sectores: el energético y el externo”, señaló sobre las dificultades del país para acumular reservas.
