07 de agosto de 2023 - 14.00 / Actualizado: 22 de febrero de 2024 - 19.55
Las 30 jugadoras del Club Argentino de Rosario renunciaron el viernes al club en la zona B del Campeonato de Primera División B femenina, donde se encontraban en pleno ascenso. La exjugadora de Argentino de Rosario Ayelén Ceballos dialogó con CORTA y denunció que el club "prometió igualdad de condiciones con el plantel masculino" pero en su comunicado reclamaron falta de pago de viáticos, indumentaria para jugar, cancha para entrenar y cobertura médica.
Las jugadoras de Argentino de Rosario renunciaron luego de dos años y medio de reclamo donde pelearon dos finales de campeonato y ascensos para el club sin percibir un sueldo.
La iniciativa surgió cuando decidieron sacar al cuerpo técnico porque "no había plata para pagarles y les ofrecieron seguir trabajando gratis". "Un cambio de cuerpo técnico en pleno torneo de ascenso implica mucho desgaste, porque hay que acostumbrarse a nuevas ideas y eso no nos ayudaba como equipo. Fue la gota que rebalsó el vaso", afirmó Ceballos.
Ceballos afirmó que desde el club "no se comunicaron con las jugadoras". "Estamos complicadas porque no podemos jugar en la B porque el libro de pases ya cerró. Nos queda Primera División, que solo permite dos incorporaciones por equipo y que, además, no siempre buscan jugadoras de la B. Recién en diciembre o enero vuelve a abrir el libro de pases", contó.
Profundizá.
La mediocampista juega en el Torneo Femenino de AFA desde 2021, cuando estaba en Deportivo Español de Buenos Aires, club del que se fue por las "condiciones nefastas" de vida: "En la pensión no había camas, baños ni comida en condiciones". Antes, en la liga cordobesa amateur, llegó a "entrenar en parques". En Argentino de Rosario jugaba hace 6 meses.
Las jugadoras no esperaban un sueldo, pero sí "entrenar en el estadio, tener cobertura social, entre otros". Aun así, no las dejaban entrenar en la cancha porque "jugaban los varones y lo televisaban" y no les brindaban ayuda médica, lo que las hizo "propensas a tener lesiones".
Según Ceballos, "menos de 10 jugadoras recibían viáticos" y el club les "debía el pago hace dos meses". "Era de 8 mil pesos, máximo 10. No duran ni una semana y no sirven para vivir", reclamó. Las jugadoras entrenaban 6 días a la semana entre 3 y 4 horas por día, y cada fin de semana por medio viajaban para jugar contra equipos de Buenos Aires. "Salíamos a las 7 del club y volvíamos a las 00. Todo el día afuera donde solo nos daban una vianda fría", remarcó.
"El club nos dio a principio de año solo un short y una remera a cada una para entrenar todos los días. Nos tuvimos que comprar medias iguales para no ir a entrenar con distintas y organizamos rifas y pizzas para comprar los conjuntos para jugar, ya que no todas las jugadoras los tenían y, las que si, usaban ropa de años anteriores".
