Un millón de chicos se van a dormir sin comer: las alarmantes cifras de Unicef sobre Argentina
13 de agosto de 2024 - 08.27 / Actualizado: 12.15
13 de agosto de 2024 - 08.27 / Actualizado: 12.15
Unicef Argentina lanzó hoy su campaña El hambre no tiene final feliz para alertar que cada día, un millón de menores de 18 años se van a dormir sin cenar en el país y más de un millón y medio de niños se saltean una comida a lo largo del día.
La pobreza llegó al 54,9% y la indigencia al 20,3% de la población en el primer trimestre del 2024, según estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) en base a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicados por el Indec. En ese marco, en julio se conoció que el Gobierno no realizó transferencias a comedores comunitarios y merenderos en el primer semestre del año y las prestaciones alimentarias registraron una pérdida de poder de compra del 12,6% interanual.
La octava encuesta a hogares con niñas, niños y adolescentes de Unicef Argentina publicada este año dio cuenta de que un millón de chicos se van a la cama sin comer en el país. En el caso de los que se saltean alguna comida durante el día, la cifra aumenta a un millón y medio. Además, si se toma en cuenta las personas adultas que viven en esos hogares, son 4,5 millones las personas que se saltean una comida. Muchas veces esto es para priorizar la alimentación de sus hijos, aseguró la organización.
El monitoreo, que se publica de forma continua desde 2016, advierte que unos 10 millones de niños en Argentina comen menos carne y lácteos que el año pasado por falta de dinero. La pobreza afecta especialmente a las personas que viven en hogares con menor acceso educativo, a los hogares monomarentales, con jefatura femenina o cuando están situados en un barrio popular.
Unicef lanzó su nueva campaña junto a un spot que muestra a un niño pequeño abrazado a su madre, que lo arropa en su cama y reciba la pregunta: "Mami, ¿por qué nos vamos a acostar sin comer?". La mujer no tiene respuesta y se la ve abrir una heladera vacía, mientras una voz en off subraya: "En la Argentina un millón de niños se va a dormir sin comer. Tu donación puede cambiar esta historia".
Unicef no es la única organización ocupada con la emergencia alimentaria. El Servicio Paz y Justicia (Serpaj) que encabeza el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel lanzó el 8 de julio la campaña La peor violencia es el hambre. A su vez, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) impulsó por esa fecha la iniciativa Ningún pibe con hambre. La misma apunta a recolectar aportes solidarios para abastecer de alimentos a comedores comunitarios de todo el país, que denuncian hace meses el corte en el envío de suministros por parte del Estado.
Amalia Roggero, trabajadora del comedor Las Micaelas en Villa Argüello, en la localidad bonaerense de Berisso, aseguró a CORTA que "la cantidad de gente que reciben es mucha más de la que había antes, cerca del doble". "Es una situación bastante crítica", alertó. En ese sentido, Roggero señaló que "desde diciembre se cerraron todos los envíos de mercadería desde Nación" y que solo reciben productos de la provincia de Buenos Aires, "pero no es lo que acostumbraban enviar", motivo por el cual han tenido que reducir los días de cocina.
"Hay muchos vecinos que a veces es la única comida que tienen. Se están salteando. Nos tocan la puerta para ver si hay algo para ellos y es lamentable porque vienen chicos y gente grande", lamentó Roggero, y agregó: "En el barrio la situación de la gente es bastante precaria. Hay gente que se quedó sin trabajo, vecinos que a pesar de tener un trabajo en blanco no están llegando a fin de mes".
La trabajadora del comedor detalló que en Las Micaelas "le dan asistencia a un promedio de 40 familias, aunque ahora hay 10 o 15 más". "Estamos hablando de 3, 4 o 7 personas por familia. Intentamos darles a todos", manifestó a este medio. A su vez, enfatizó: "Los sábados tenemos entre 25 y 45 niños que lleganpara asegurarse un desayuno y un almuerzo. Ese número sigue creciendo. Semana a semana vemos caritas nuevas".
"Ha habido bastante persecución y allanamientos a la gente que trabaja en los comedores. Da mucha bronca que hay casi 6 millones de alimentos que todavía no se ha repartido", enfatizó Roggero, y cuestionó: "Cómo es posible que persigan a los lugares que son el lugar de contención más cercano al barrio y que haya tanta comida retenida".