Macri se distancia del Gobierno
Macri se distancia del Gobierno — Télam

Mauricio Macri se cansó de Javier Milei. Se hartó. El ninguneo que sintió el martes en Tucumán, a donde llegó agotado luego de una travesía transatlántica, fue la última gota en un vaso que ya estaba al filo. El distanciamiento, el enfriamiento del vínculo, ya no es de carácter político, estratégico o electoral: la cosa se volvió personal. Sabe el expresidente que camina por un hilo delgadísimo. ¿Cómo marcar diferencias con el libertario al que, cuando era candidato, le regalaba más elogios que a la entonces aspirante de su partido, Patricia Bullrich? Mientras abordaba el vuelo que lo alejaba de las tribunas de Wimbledon para ser el único exmandatario electo en la firma del Acta de Mayo, Macri pensaba sus próximas jugadas. "Tenemos que ser coherentes con nuestro electorado", resume las limitaciones ante cualquier movimiento alguien que juega el partido en el equipo macrista. Por ahora es imposible adelantar si el jefe del PRO seguirá en modo ajedrecista o si el desplante presidencial activa una venganza calabresa. Lo que está claro es que el "killer" se despertó.


¿Adentro o afuera? 

"Lo más probable es que terminen todos afuera", arriesga un dirigente que responde a las órdenes de Macri: no le ve futuro a las filas bulrrichistas en el PRO. "Nosotros seguimos en el PRO, los cargos son anecdóticos", responden del lado de Bullrich. En las últimas horas hubo algunos contactos informales entre dos delegados: Martín Yeza por el expresidente y Damián Arabia, por la ministra de Seguridad. Ambos consideran que lo mejor es bajar un poco la espuma. La intención, dicen, es que no vuele todo por los aires. Al menos no más de lo que ya detonó. Avances no hubo, la relación Macri y Bullrich está completamente destruida y no parece haber posibilidades de alguna reconciliación. Una persona que habla con ambos dice que "no hay ánimos para hablar" ni "nada de qué hablar, tampoco". El cruce en Tucumán lo dejó claro: hasta un pingüino hubiera pasado frío en ese saludo.


Fusión, ¿si o no? 

La última publicación en la cuenta de Twitter del PRO es del 4 de julio, el día de la asamblea en la que todo explotó. "Los puntos más importantes" de esa reunión, dice, son: 

  1. Somos el cambio.
  2. El PRO no se fusionará con otros partidos.
  3. Apoyamos al gobierno de Javier Milei y todas las iniciativas que acompañen el cambio que la Argentina votó.

El primero es una expresión de deseo; el tercero tiene que ver con la coherencia con el electorado que se detalló líneas arriba; y el segundo es el que, presumiblemente, hizo estallar la interna y empujó a Macri a quebrar el pacto que tenía con Bullrich para cederle la presidencia del órgano partidario. Ahora, ¿quiere Bullrich fusionar al PRO con La Libertad Avanza (LLA)? "Lo de la fusión es algo que quisieron instalar para correr a Patricia, pero Patricia ni lo quiere ni lo promueve", responde un dirigente que camina su vida política junto a la ministra. En algo tienen razón: el sistema argentino permite casi cualquier tipo de alquimia entre partidos para confluir en una sola propuesta electoral, por lo que la fusión sería innecesaria. La palabra que utilizan en las filas de la ministra es "confluencia". Creen que en eso terminarán el partido macrista y el libertario. Y piensan que, en la mayoría de los distritos, será con listas únicas, sin competencia. "Salvo distritos como Córdoba donde, por ejemplo, a figuras como (el presidente del bloque de diputados de la UCR, Rodrigo) De Loredo les costaría jugar adentro". Ante casos así, estiman, deberían habilitar las PASO. Por ahora, una futurología que no pasa el filtro de Macri, que hasta marzo -de mínima- no mostrará sus cartas.


Por el cargo. 

Las disputas entre las distintas facciones del radicalismo llegaron a desatar una guerra por una silla en la Auditoría General de la nación (AGN). En la próxima sesión deberían definirse los auditores en representación de la Cámara de Diputados y De Loredo quería darle ese lugar al secretario parlamentario de su bloque, Alejandro Cacace. No contaba con que su antecesor, Mario Negri, se había movido antes. Se forzó una votación y Negri sumó el apoyo de 22 diputados, contra siete que juntaba Cacace. Llegó un llamado desde Mendoza. Era el gobernador, Alfredo Cornejo, y le pidió a De Loredo poner en consideración el nombre de su alfil en el Congreso, Pamela Verasay. Otra vez ganó Negri quien, además, ya había cerrado el apoyo mayoritario de Hacemos Coalición Federal (HCF), aprovechando el buen vínculo que mantiene con Miguel Pichetto, y de Elisa Carrió.


Apareció la carta. 

Fueron días duros para De Loredo, ya que también fracasó en su intento de esconder la carta con la que pidió la suspensión de la sesión en la que estaba previsto discutir los proyectos de financiamiento universitario y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Tras las negativas a entregarla tanto de la presidencia del bloque radical como de la presidencia de la Cámara de Diputados, Corta accedió a una copia en papel de ese documento. Y reveló lo que se había adelantado en este medio: mientras la convocatoria a la sesión se había hecho con las firmas de doce diputados, el pedido de suspensión apenas tenía siete. Los legisladores de Evolución, la línea interna que se referencia en Martín Lousteau y que en la Cámara baja conduce, desde afuera, Emiliano Yacobitti, no había acompañado esa decisión. La transparencia en la administración de la documentación interna es una materia pendiente para el presidente del cuerpo, Martín Menem. Por fortuna, la carta "apareció".

Nota de Rodrigo de Loredo
Nota de Rodrigo de Loredo


Salvado por los libertarios "blue". 

El gobierno bonaerense consiguió ayer media sanción de la Cámara de Diputados provincial al proyecto para crear el servicio de emergencias de salud, con el que buscan reemplazar al SAME. Aún le resta el trámite por el Senado pero se trata, hasta acá, del proyecto de salud más ambicioso de la gestión de Axel Kicillof. Lo curioso, o no tanto, es que la aprobación se consiguió gracias a que, a los votos del bloque oficialista, se le sumaron los de Unión, Renovación y Fe, una bancada de legisladores que ingresaron en las listas de Milei y que, una vez adentro, rompieron con LLA. Son nueve diputados que, en los pasillos de la Legislatura provincial, identifican como parte de una estructura de dirigentes de origen massista, que se "colaron" en las boletas libertarias sobre el cierre de listas del año pasado. No es la primera vez que lo hacen. Más ruidoso fue cuando acompañaron un proyecto camporista para aumentar las indemnizaciones por despido, exactamente lo opuesto a lo que impuso el gobierno nacional en la reforma laboral que acordó con la UCR e incorporó en la ley bases. Los libertarios "blue", como los señalan risueñamente en el Congreso bonaerense, le aportaron a Kicillof los votos necesarios para que su iniciativa progrese.