La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. — Foto: captura.

Finalizó una de las semanas más complicadas del Gobierno en estos casi seis meses desde la asunción de Javier Milei y las críticas, si bien están repartidas entre los escándalos diplomáticos con España, el faltante de gas, la explosión del Gabinete con la salida del jefe Nicolás Posse, el protagonismo fue de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.

Lo más importante. 

La negativa del Ministerio a repartir alimentos próximos a vencerse en galpones en Villa Martelli y en Tucumán frente a la insistencia de las organizaciones sociales y de una figura que se puso al frente de ese reclamo, Juan Grabois, dejó a Pettovello mal parada cuando la propia cartera de la ministra tuvo que reconocer la inminencia de esos vencimientos y cargar las culpas en un funcionario menor con su despido.

El Ministerio de los Descartes.

Desde la propia creación del Ministerio de Capital Humano, fusión de al menos cuatro ministerios del Gabinete anterior, se podía adivinar que sería uno de los más conflictivos. Allí el presidente Javier Milei introdujo todas aquellas carteras con las que su espacio político renegaba o su propio discurso entraba en choque. La más grande era Desarrollo Social con toda la gestión de las prestaciones y los planes sociales que todas las fuerzas de derecha prometen eliminar hasta que se acercan las elecciones y reculan. También se introducían otras áreas como Educación, Trabajo, Cultura y Protección contra la Violencia de Género, todas cuestiones que Milei consideraba que debían salir de la órbita de la conducción estatal para ser administradas por el sector privado. Incluso, hasta días antes de la asunción, iba a entrar Salud a Capital Humano y fue la propia Sandra Pettovello la que pidió que eso no suceda. Por eso, Salud se conservó como Ministerio a cargo de Mario Russo.

La ministra de los Descartes.

Toda esta suerte de compendio de agendas que revisten poco interés en el presidente no fue entregada a la lógica de la negociación política con posibles nuevos aliados sino que Milei la conservó para una "de las suyas", una mujer que no había tenido experiencia de gestión y tuvo su estreno con el ministerio más grande en términos de estructura y responsabilidades. La propia Sandra Pettovello ya había advertido este carácter de Ministerio del Descarte cuando, antes de asumir, opinó que era un área demasiado grande y admitió en LN+ que aceptó el ofrecimiento de Milei porque "no esperaba que ganara" y sin saber que la intención del entonces candidato libertario era juntar cuatro ministerios en el suyo.

Qué pasó.

Los cañones comenzaron a apuntar contra esta área desde que una investigación periodística de El Destape reveló el 22 de mayo la existencia de estos alimentos y la posterior denuncia penal contra Pettovello por parte de Grabois. Días después, un fallo del juez Sebastián Casanello ordenó al Ministerio la entrega de la mercadería, pero ese fallo fue apelado por el Gobierno. Ayer hubo un allanamiento a esos galpones ordenados por el Poder Judicial.

La respuesta del Gobierno.

La versión oficial mutó a lo largo de los días y ese cambio fue minando la confianza. 

  • La primera respuesta fue que se habían detectado comedores truchos y que debía regularizarse esa situación antes de efectuar cualquier entrega. 
  • Ante la falta de margen para justificar la no entrega de alimentos, no dinero, el Gobierno mutó la explicación y aseguró que se trataba de mercadería a ser utilizada en caso de emergencias y catástrofes. Sin embargo, no fueron utilizados para el temporal de Bahía Blanca ni para las inundaciones en Corrientes y Entre Ríos.
  • La tercera versión admite el objeto de las acusaciones pero carga las culpas en Pablo De La Torre, secretario de Niñez en la órbita del Ministerio de Capital Humano que pagó con su despido y con el señalamiento por parte de su propio Gobierno de que fue él quien no advirtió el próximo vencimiento de estos alimentos. 

Una nueva causa.

Como si todo esto fuera poco, a Pettovello le abrieron otra causa en la Justicia penal por presuntos sobresueldos en el ámbito de su Ministerio, supuestamente instrumentados a través de la Secretaría de Niñez comandada por Pablo De La Torre.

Respaldo oficial.

El Gobierno reaccionó con un sonoro respaldo a través de las redes sociales de sus principales figuras, el vocero Manuel Adorni y el propio presidente Javier Milei. La narrativa es la que ya había instalado días atrás un periodista de la señal TN: que "van por Pettovello" porque "vino a terminar con la corrupción". El operativo clamor a la inversa, porque está ejecutado de arriba hacia abajo, busca contener a la ministra de un posible malestar con la situación.

Estrategia de conservación. 

En el Gobierno reconocen como prioridad estratégica la conservación de la ministra en su cargo y admiten también que esa conservación podría peligrar por el supuesto malestar de la propia funcionaria. La muestra de esta intención por parte de la gestión Milei es que dejó pasar la ventana de oportunidad para el golpe de timón que significó el despido del jefe de Gabinete. El hecho de que Posse haya sido el único despedido en la primera línea del Gabinete lo deja expuesto en el mensaje de que no se trataba de un descontento del presidente con el rumbo de la gestión sino solo con él.

Las preguntas.

  • ¿Sobrevivirá Pettovello como ministra tras este asedio político y judicial?
  • ¿Podrá el Gobierno normalizar el estado frenético de una agenda que se le empieza a volver cada vez más en contra?