Martín Menem y Guillermo Francos.
Martín Menem y Guillermo Francos.

-Los votos para la ley, ¿están o no?
-¿Para qué ley?


La pregunta del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, sorprendió a un diputado y referente del ala dialoguista. El ida y vuelta de borradores de la Ley Bases pocket y el proyecto fiscal hizo que, hasta ahora, nadie sepa qué es lo que va a entrar al Congreso, ni cuándo. Ni siquiera los diputados de La Libertad Avanza (LLA), que ayer tuvieron una reunión de bloque reducida, después del alzamiento que fracasó en el intento de remover a Oscar Zago de la presidencia de la bancada. Esa herida sigue abierta y costará sanar. 

Las preguntas.

¿Qué dudas hay sobre los proyectos centrales para el Poder Ejecutivo? Si tendrá o no una fórmula jubilatoria para reemplazar la que se fijó por decreto, si el ministro de Economía Luis "Toto" Caputo está dispuesto a aceptar un piso más alto para la reinstauración del Impuesto a las Ganancias para trabajadores en relación de dependencia, algo necesario para que el proyecto fiscal no se pinche, y si aceptan el reclamo de los gobernadores de incluir una distribución más grande de la torta impositiva. Todo esto dependerá, en buena parte, de la reunión que hoy tendrán Caputo, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, con los mandatarios provinciales enrolados en el artista antes conocido como Juntos por el Cambio (JxC). Igualmente, un hombre que conoce al milímetro el poroteo en Diputados deja una advertencia: "Tienen mal la medición. Le están dando un
precio a los gobernadores mayor al que realmente tienen para garantizar los votos".


Los semáforos. 

Ayer, antes de la reunión con los tres funcionarios del Gobierno, los diez gobernadores del PRO y la UCR tuvieron un zoom preparatorio. De la conversación surgieron algunas definiciones: que les encanta la idea del Pacto de Mayo, que hay luz verde para la recortada ley bases, luz amarilla para la ley fiscal y que el semáforo marca un rojo intenso para la reasignación de los fondos que estaban destinados a cubrir los déficits de las cajas jubilatorias provinciales no transferidas. Cinco de las trece jurisdicciones no adheridas al sistema previsional nacional son de JxC: Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes y Chubut. Tampoco hay consenso con el Impuesto a las Ganancias, que tiene impacto distinto en cada provincia. En Hacemos Coalición Federal (HCF), el bloque que preside Miguel Pichetto y que es decisivo para que una ley salga o no, quieren un piso más razonable, en torno a los dos millones de pesos.


Uno hacia adelante, tres hacia atrás. 

Por cada paso que da el ministro Francos para tratar de alinear a los gobernadores, su Gobierno lo obliga a retroceder tres o cuatro. Después de mantener bilaterales con algunos mandatarios, de haber participado de la cumbre del Norte Grande y de esperar para hoy la foto friendly con los cambiemitas, la reasignación de los fondos destinados a cubrir los rojos de las cajas jubilatorias provinciales lo dejó otra vez en el kilómetro cero. A más de un gobernador las cuentas no le cierran de ninguna manera. El problema ya trasciende a los subsidios al transporte, la
eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) o el bache fiscal que dejó la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias durante la campaña presidencial de Sergio Massa: el problema es directamente la coparticipación. El "goteo" ya no es un término para explicar el mecanismo de reparto, sino una descripción de cuánta plata les llega. El impacto de la recesión en la recaudación está poniendo a muchas provincias entre la espada y la pared. Ayer la AFIP dio a conocer los datos de la recaudación de marzo, que creció un 230,6% interanual, una violenta caída en términos reales, si consideramos que la inflación corre al 300% anual. Si de esa cuenta se extrae el no coparticipable Impuesto País, el que más creció -1552,5%- y el tercero en recaudación después del IVA y Ganancias, la situación es todavía mucho peor.


Show me the money. 

Los gobernadores le reconocen a Francos tanto su voluntad y su disposición al diálogo como su ineficacia. Un operador que participa de las negociaciones entre Nación y provincias lo definió como una "calle de una sola vía". "De las reuniones con nosotros se va con algo, pero vuelve con nada", completó. Son Posse, los Caputo (Toto y Santiago) y el propio presidente Javier MIlei quienes exponen al ministro del Interior a jugar al intercambio figuritas sin darle figuritas para intercambiar. A este cuadro, ya complejo, Francos le suma otro problema: las prioridades financieras en el heterogéneo universo de las provincias son distintas. Solo los unen, a los 24 gobernadores, dos ítems. Uno es la obra pública y el otro es el Fonid. Dos cosas que los gobernadores le reclaman al funcionario pero que el Presidente y Caputo le tienen vedado negociar. Esa es la calle de una sola vía.


Si hay reforma, hay paro. 

La CGT postergó para la semana que viene la decisión de cómo continuará su plan de lucha contra las medidas económicas del Gobierno. La mesa chica se reunirá el próximo jueves para analizar las distintas posibilidades. Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato de conducción de la central obrera, adelantó ayer que preparan una masiva movilización para el miércoles 1 de mayo. Una idea que circuló ayer entre algunos dirigentes sindicales fue convertir esa movilización en un paro general. No sería la primera vez que se usa un feriado para parar: los gremios del transporte pararon también durante un Día de los Trabajadores, durante el gobierno de Mauricio Macri. Por ahora,  sigue la discusión. Pero el contexto es de presión para la CGT. Hoy habrá paro nacional docente y el
viernes vuelven a parar los estatales de ATE, después de los 15 mil despidos en la administración pública nacional que confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni. Pero todo el escenario puede cambiar si el Ejecutivo acepta la propuesta que le hicieron algunos bloques dialoguistas de incluir en la ley bases el corazón de la reforma laboral que estaba en el título IV del mega DNU 70/23 y que la Cámara del Trabajo declaró inconstitucional. Si vuelve la reforma, el impulso a convocar a un paro un día hábil será naturalmente más grande.


Números y alertas. 

Una serie de encuestas llevaron tranquilidad y alerta a la Casa Rosada. La tranquilidad tiene que ver con la evaluación de la gestión de Milei y su propia imagen como líder: hay coincidencias en que no solo se mantiene alta, sino que en marzo varias consultoras vieron un rebote al alza, tanto en el respaldo al Gobierno como en las expectativas económicas a futuro; las alertas están sobre la interpretación de esos números: el apoyo durará lo que dure la estabilidad del dólar y la baja en la inflación y, sobre todo, mientras el bolsillo aguante. El último trabajo de Aresco, la consultora de Federico Aurelio, muestra que aunque casi el 70% de los encuestados admite estar peor, las expectativas de futuro favorables son más altas que las desfavorables. La imagen positiva de Milei sigue alta -56,3%
contra un 42,6% negativa- y lo mismo pasa con la evaluación de su gestión -53,8% positiva versus un 44,2% negativo-. El trabajo señala, eso sí, lo que llama el "dilema temporal". Solo un 38% cree que será posible ver resultados positivos en la economía en menos de un año, pero el 80% considera que la gente no puede esperar más de un año para que esos resultados lleguen. Un 41% estima que, directamente, nunca llegarán.


Un marzo durísimo. 

27 agotadores días deben haber sido los de Carlos Pirovano en marzo. Designado presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) por Boletín Oficial el 29 de febrero, demoró menos de un mes en necesitar unas mini vacaciones. Mientras ejecutaba en el organismo un desguace nunca antes visto, con unos 180 despidos, el miércoles pasado les avisó a los responsables de su despacho que en una semana volvía. No especificó su destino, aunque en el Incaa sostienen que pasó unos días en un país que necesita una mano entera para contar sus copas del mundo.