La ruptura en el Congreso y la lupa que apunta a la Rosada

Por Matías Mowszet

14 de abril de 2024 - 10.30 / Actualizado: 19 de abril de 2024 - 20.05

Oscar Zago en un discurso en la Cámara de Diputados y Gabriel Bornoroni a su lado.
Oscar Zago en un discurso en la Cámara de Diputados y Gabriel Bornoroni a su lado. — Foto: Martín Zabala (Xinhua)

La ruptura en el bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados dejó muchas incógnitas sobre el funcionamiento interno de la coalición oficialista, tanto en el ámbito legislativo como en el del Poder Ejecutivo y, lo más importante, en el propio círculo de confianza presidencial.

Lo más importante.

La caótica interna entre Oscar Zago y Martín Menem mostró, por elevación, un síntoma más sensible y preocupante para el Gobierno, un desacuerdo político entre el presidente Javier Milei y su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Más preocupante aún es que, en ese desacuerdo, no es la postura del mandatario la que quedó impuesta.

Lo que pasó.

Zago, entonces presidente del bloque de La Libertad Avanza, acordó con la diputada Marcela Pagano su designación como presidenta de la Comisión de Juicio Político, pero fue desautorizado por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que decretó la suspensión de la reunión de comisión. Zago desobedeció y avanzó con el proceso y, ese gesto, le significó horas después la expulsión de su puesto a la cabeza del bloque.

Pulgares arriba y pulgares abajo.

Quien expuso la implicancia de la interna palaciega en la familia presidencial fue el propio Zago, que aseguró que se había reunido con Javier Milei el sábado anterior y que obtuvo luz verde de él para ejecutar los acuerdos entre los que estaba la designación de Marcela Pagano. Pagano tenía pulgar abajo de Karina, aunque quien cargaba hacía semanas con ese pulgar abajo era, justamente, Zago.

El antecedente.

El elegido para ocupar la jefatura de la bancada fue el cordobés Gabriel Bornoroni y su señalamiento había tenido señales antes. Karina Milei y Martín Menem visitaron Córdoba el 20 de marzo para ungir a Bornoroni como líder de La Libertad Avanza en esa provincia, un gesto que generó una protesta en otra diputada, María Cecilia Ibañez, del núcleo duro de Zago y muy enfrentada al empresario, hoy nuevo jefe de bloque. Con esa actitud, Karina y Martín mostraban sus cartas: apostaban por Bornoroni y jugaban contra Zago.

El otro antecedente.

La tensión viene incluso desde antes de eso. La decisión de emprender un camino que termine con Zago afuera de la jefatura del bloque data de la madrugada del 24 de enero, cuando el diputado del MID se negó a firmar el dictamen de la Ley Ómnibus y provocó una crisis en la estrategia oficialista que casi termina con un estrepitoso fracaso para la labor del plenario de comisiones, encabezado por el propio Bornoroni.

El desacuerdo familiar.

En ese contexto de conflictividad fue que Javier Milei recibió a Oscar Zago y lo habilitó a avanzar con sus acuerdos legislativos. En contra de lo que la propia Karina venía impulsando desde hacía 3 meses y medio: su corrimiento. En la víspera de su caída y como manotazo de ahogado, Zago exhibió credenciales de esa conversación con el presidente y clamó que solo el mandatario podía hacer que él dejara la jefatura del bloque. Fue en vano, Karina ya había dado su sentencia.

Bloque aparte o interbloque.

La reacción inmediata del degradado Oscar Zago fue abandonar el bloque de La Libertad Avanza junto a sus dos compañeros del MID y formar una nueva bancada que pudiera unirse a la oficialista a través de un interbloque. "Si nos dejan", anticipó el ahora jefe del bloque MID y su consideración no es inocente. Al asumir la nueva composición de la Cámara de Diputados el 10 de diciembre pasado, el Gobierno le negó esa posibilidad (la de irse del bloque pero quedar ligado como interbloque) a Carolina Píparo. El horizonte de interbloque tuvo otra complicación el viernes a la noche con un nuevo capítulo de una serie canónica en el Congreso: la batalla por los despachos. Zago se atrincheró en su oficina, que es la del presidente del bloque oficialista, y le cambió la simbología de La Libertad Avanza por la del MID, con una foto del expresidente Arturo Frondizi incluida. 

Composición.

La Libertad Avanza quedó con 38 diputados. Es exactamente la cantidad que tenía proyectada tras las elecciones generales del 22 de octubre de 2023. La diferencia está en algunos nombres. El bloque perdió 5 bancas (las dos que formaron Buenos Aires Libre y los 3 que formaron el bloque MID) pero recuperó otras 5 que se le incorporaron: José Luis Espert, la misionera Florencia Klipauka, el salteño Carlos Zapata, el puntano Alberto Arancibia y el mendocino Álvaro Martínez. Es decir, sin alterar el número de su composición, reemplazó a casi el 15% de su bloque en tan solo cuatro meses.

Ascensos y descensos.

Uno de esos incorporados es el que, por la lógica frenética y cambiante de este Gobierno, se convirtió en el diputado de mayor confianza y cercanía para Javier Milei: José Luis Espert, a quién tampoco le escatimó en insultos durante la campaña y la pre-campaña. Mientras tanto, quedaron marginados los dos principales candidatos que compartieron la boleta presidencial el año pasado: Ramiro Marra y Carolina Píparo. Marra relegado del círculo íntimo y Píparo directamente acusada de traidora.

El contexto.

La novela interna del mileísmo legislativo cobra importancia porque, mientras ocurre la carnicería puertas adentro, el espacio tiene que negociar con otros bloques los votos para aprobar la nueva Ley Bases y para salvar el DNU. Bajo lógicas normales, toda implosión interna de un bloque de Gobierno genera un deterioro en la confianza y un severo golpe a la autoridad presidencial. Los casos más rimbombantes son el Frente de Todos en 2022 tras la discusión del acuerdo con el FMI y el Frente para la Victoria en 2008 tras la discusión por la resolución 125. Esta nueva era parece haber corrido ciertas reglas de la política tradicional y encapsulado estos eventos a la rosca de la rosca. 

Las preguntas.

  • ¿Será este primer desacuerdo entre hermanos un síntoma de una diferencia más profunda en su lectura del poder o una mera circunstancia que se agota en Oscar Zago afuera del bloque?
  • ¿La oposición olerá sangre en esta disputa para profundizar un rol agresivo contra el Gobierno?
  • ¿Representará todo esto una señal negativa hacia el resto de los esquemas de poder o, al igual que los múltiples despidos de funcionarios, una mera anécdota palaciega?