Javier Milei en el acto del 25 de mayo en Córdoba — Foto: Gabriel Bornoroni (X)

El presidente Javier Milei firmará mañana a la noche junto a un grupo aún no definido de personalidades políticas el Pacto de Mayo en Tucumán, una iniciativa anunciada el 1° de marzo en la Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso y postergada un mes y medio de su convocatoria original.

Lo más importante.

El Gobierno llega a este evento en condiciones muy distintas a las que imaginó cuando recibió la primera reacción (positiva) tras el discurso inaugural del período legislativo. Llega un mes y medio tarde, al punto que el nombre del pacto no coincide con el mes en el que se firmará. También llega con menos apoyos y menor cantidad y calibre de presencias esperadas, y con un contexto económico más desfavorable.

La convocatoria.

A través de una invitación con una caligrafía antigua, el Gobierno nacional convocó a gobernadores, expresidentes, legisladores, jueces de la Corte Suprema, referentes sindicales y empresariales al Pacto de Mayo. La fecha está fijada en el 8 de julio (mañana) a las 23 para así poder proceder a la firma cuando se cumplan las 12 de la medianoche y comience el 9 de julio. El dresscode es ropa negra. El presidente recibirá el día patrio con esa foto y luego partirá nuevamente a Buenos Aires para el desfile militar que se realizará a la mañana.

Los pactos. 

La reminiscencia argentina (y mundial) a una convocatoria política oficial a un pacto define a un Gobierno acordando con su principal rival político sobre alguna agenda en disputa para lograr una transformación importante. El antecedente más notorio en la historia reciente es el Pacto de Olivos firmado en 1993 por el entonces presidente Carlos Menem y el entonces expresidente Raúl Alfonsín, líderes de los dos partidos mayoritarios de la Argentina. El objetivo era destrabar una reforma a la Constitución.

El pacto.

En este caso, ninguno de esos dos componentes aparece con claridad. No hay un proyecto de reforma constitucional que se ponga en juego sino un compromiso espiritual al apoyo de futuras leyes que se redacten en línea con los principios definidos en la carta de intenciones del pacto. Es decir, algo que habitualmente los gobiernos hacen en el Congreso: llevar adelante las iniciativas que tienen que ver con su cosmovisión política y buscar apoyos en sectores ajenos. Tampoco hay un acuerdo con el principal rival político del Gobierno ya que el peronismo, la fuerza que perdió el ballotage contra Javier Milei y que es primera fuerza en ambas cámaras, rechazó la invitación desde temprano.

Los postulados.

Con una leve modificación respecto de los que había presentado el 1° de marzo, el Poder Ejecutivo anunció a través de su vocero presidencial, Manuel Adorni, sus 10 puntos para acordar con los asistentes al Pacto de Mayo. La principal modificación es la incorporación de un ítem sobre educación, un pedido de la Unión Cívica Radical como condicionante de la asistencia que los liberales cumplieron. El texto presenta puntos que no representan importantes transformaciones estructurales como las que caracterizan a los grandes pactos. Algunos de ellos ya gozan de protección constitucional como el "respeto irrestricto a la propiedad privada".

La foto.

Gran parte de la expectativa está puesta en algo más apto para la circulación en redes sociales que un papel firmado: la foto de los asistentes. Por eso, el Gobierno ya predefinió estéticamente los detalles de esa imagen e incluyó la obligación de vestir de negro a todos los invitados. La obsesión sobre el volumen político e institucional de esa fotografía y el objetivo de abrochar ahí a la mayor cantidad de personalidades con el mayor peso específico contrasta con el desprecio a "la casta" que la fuerza política gobernante exhibió en campaña.

La expectativa.

Ante la negativa del peronismo, al Gobierno le quedaba la expectativa de replicar en la foto del Pacto de Mayo el esquema de apoyos con el que logró la Ley Bases, a la cuál estableció como condición previa. Sin embargo, un comunicado y un gesto por parte de aliados legislativos en esas discusiones preocupan al Poder Ejecutivo de cara a un evento en el que esperan mayor centralidad, tanto es así que la decisión de adelantar la firma para los primeros minutos de la fecha patria tiene que ver con que el martes a la noche jugará la Selección Argentina la semifinal de la Copa América y quieren que este evento quede lo más despegado posible para no perder en atención.

El comunicado.

Fue de Hacemos Coalición Federal, el bloque que preside Miguel Ángel Pichetto en la Cámara de Diputados y que aportó mayoritariamente votos afirmativos a la Ley Bases, tanto en general como en su articulado. La bancada informó que si bien "apoya el espíritu" de los puntos que fueron objeto de la convocatoria, la rechazan porque "los objetivos no se alcanzan con una foto o la firma de un papel". Al acto asistirán los gobernadores jefes políticos de los diputados que integran el bloque, pero no su articulador. "Festejamos la independencia manteniendo la independencia", cierra el documento.

El gesto. 

Ante el rechazo temprano de los dos expresidentes decididamente opositores, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, la expectativa del Gobierno estaba puesta en Mauricio Macri y Eduardo Duhalde. 

  • "No va a ir porque no va a estar en el país", informó Hilda "Chiche" Duhalde a Radio La Red, anticipando la ausencia de su esposo con la justificación de un viaje a Paraguay para "trabajar con diputados de allá temas relacionados al acceso a la tierra".
  • Mauricio Macri, que activó las alarmas esta semana con críticas a cielo abierto al Gobierno, no contestó la invitación y se dejó ver ayer en Londres disfrutando de un partido del torneo de tenis Wimbledon. Solo podría asistir si se tomara un avión hoy para regresar a la Argentina y llegara a Buenos Aires horas antes del convite para redirigir el curso rumbo a Tucumán. Justo cuando arrancan los octavos de final del torneo y los partidos de Wimbledon empiezan a ser interesantes.
  • Si Macri sumara su faltazo, solo quedaría Adolfo Rodríguez Saa como expresidente que asista. El puntano ocupó la primera magistratura del país durante apenas 6 días.  

Mientras tanto.

En este contexto y tras una semana de caída de las acciones y los bonos argentinos, con suba de los dólares financieros y del dólar blue, que cerró a $1.420 el viernes, el presidente busca un relanzamiento de su gestión con una foto que le de músculo político de cara a la relación con los distintos agentes económicos.

Las preguntas.

  • ¿Será este pacto una señal positiva a los mercados o ocurrirá lo mismo que tras la sanción de la Ley Bases?
  • ¿Podrá imponer Milei una narrativa victoriosa de la foto del lunes a la noche pese a las ausencias?
  • ¿Irá Macri?