08 de marzo de 2022 - 14.14 / Actualizado: 22 de febrero de 2024 - 19.51
La consigna de la movilización de hoy por el #8M, como desde 2018, es “La deuda es con nosotras”. Las razones de ese mensaje, que responde al debate coyuntural por la deuda con el FMI, tiene que ver con el hecho de que la pobreza está feminizada y las mujeres integran más sectores más vulnerables de ser ajustados y, además, se hacen cargo de las tareas que el Estado deja desatendidas. Estas desigualdades se agravan cuando los ingresos son menores.
En números
El 96% de las personas que reciben AUH son mujeres. Esto equivale a casi 2 millones de mujeres. La pobreza entre los menores de 14 alcanzó el 52%. El 85,6% de estos hogares está exclusivamente a cargo de mujeres.En el sector de enseñanza las mujeres representan el 73% de las trabajadores, mientras que en salud y servicios sociales son el 71%. Las mujeres dedican casi el doble de tiempo a las tareas de cuidado que los varones: en promedio le dedican 6,4 horas semanales, mientras que los hombres dedican 3,4. El 30% de las mujeres trabajan en puestos no calificados, mientras que esa proporción es de 15% en varones. La desocupación y subocupación es mayor entre las mujeres: la primera es de 9% entre las mujeres contra 7% en los varones, mientras que la subocupación es 15,8% contra 9,6%. Declaraciones
“La consigna busca vincular la denuncia de ajustes fiscales y su impacto en la vida de las mujeres y las disidencias. Hacer un cruce entre la coyuntura económica y la discusión estructural de desigualdad de género", explicó a CORTA la economista y periodista Candelaria Botto, y agregó: "Cada vez que hay recortes en sectores como en salud o educación, esos recortes impactan en los tiempos de trabajo de las mujeres. A su vez como las mujeres están sobrerrepresentadas en la pobreza, todas las políticas de recorte de programas estatales de asistencia o de licuación de esos ingresos impacta más fuertemente en las mujeres y personas feminizadas”.
“Las mujeres están sobrerrepresentadas entre quienes viven en la pobreza y la informalidad. Cuando decimos que 'la deuda es con nosotras' nos referimos, por un lado, al hecho de que los acuerdos que exigen restricciones en el gasto público pueden tener un impacto diferencial en las condiciones de vulnerabilidad que sufren muchas mujeres y las personas travestis y trans. Al mismo tiempo, las mujeres se ocupan en los sectores típicamente asociados con el cuidado y la reproducción, como el trabajo doméstico pago y no pago, la salud, y la educación, todos ámbitos en los que los acuerdos de renegociación suelen imponer reducciones presupuestarias", sostuvo Micaela Fernández Erlauer, analista del área de Géneros de Fundar.
