Oposición de la oposición
10 de marzo de 2024 - 00.15 / Actualizado: 11 de marzo de 2024 - 09.43
10 de marzo de 2024 - 00.15 / Actualizado: 11 de marzo de 2024 - 09.43
El presidente Javier Milei cerró la semana con dos decisiones que marcan una línea en su conducta respecto de cómo el Gobierno nacional busca construir su agenda: el cambio de nombre del Salón de las Mujeres por el Salón de los Próceres y la orden al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, para que presente un proyecto que retrotraiga el aumento del 30% a legisladores.
Lo más importante.
En ambos casos, y con algunos antecedentes similares en estos escasos 90 días de Gobierno, la administración Milei apuesta a la reacción opositora como motor de la agenda política en Argentina y a la lupa sobre qué hacen los sectores contrarios como fuente de su discurso público.
Salón de las Mujeres.
El Gobierno recibió el 8 de marzo con el cambio de nombre del salón y un video en el que las figuras femeninas son tapadas por próceres masculinos del siglo XIX, con la excepción del expresidente Carlos Menem. Todo con la locución en off de Karina Milei. La elección de la fecha para tomar la medida no encuentra otra explicación que la provocación. Es decir, la búsqueda de una reacción negativa por parte de un adversario.
Sueldos en el Congreso
Un día antes, Martín Menem reaccionó a la polémica por los aumentos de sueldos a diputados y senadores firmados por él y Victoria Villarruel con un proyecto de Ley para congelarlos. Un proyecto implica que se inicie un proceso de semanas o meses de duración con paso por las dos cámaras para una determinación que el presidente puede tomar a simple firma, como lo demostraron Cristina Kirchner y Sergio Massa al congelar ingresos de legisladores por resolución apenas asumió Alberto Fernández. En su comunicado de anuncio, Menem desafía a "la clase política" a "ser parte del sacrificio".
El discurso.
Principio de revelación.
Cuando cayó la Ley Ómnibus, Milei aseguró que el tropiezo formaba parte de su plan porque se aplicaba el "principio de revelación", una teoría que sugiere que los diputados que votaron contra algún inciso del proyecto quedaron "expuestos" ante la sociedad como "traidores" y que el fracaso de la Ley permite identificarlos, aunque la transformación jurídica fáctica que se había propuesto no se haya logrado. El presidente públicamente valoró más esa "revelación" que los postulados de su propia Ley de Bases.
Principio de las ventanas rotas.
En el boceto del discurso presidencial del 1 de marzo que publicó Adorni, hay una referencia al "principio de las ventanas rotas" para resolver los conflictos provenientes del desacuerdo político. Ese principio de la criminología dice que el signo de un delito como un auto con las ventanas rotas puede incentivar otras conductas delictivas en una comunidad, por lo que hay que cortarlo de raíz. En esto, Milei identifica las objeciones opositoras como parte de una conducta que debe ser erradicada.
Moisés.
En sus publicaciones de Instagram, Milei compara su relación con la oposición con la de Moisés con el pueblo hebreo.
La agenda.
El límite.
Gustavo Córdoba analiza que el efecto de esta estrategia puede tener límites en el largo plazo porque "repetir todo el tiempo la misma maniobra genera acostumbramiento y se pierde el factor sorpresa". Para Julieta Waisgold, "la comunicación y la construcción de la narrativa de Milei avanza generando grandes volúmenes de contenido, sin chequeo y con provocaciones" y está expuesta a operar "en un sentido favorable o desfavorable al propio gobierno".
La excepción.
Sobre el final de la semana, Javier Milei encontró un obstáculo a su estrategia tras revelarse un aumento de su sueldo y del de sus funcionarios del 48%. El intento de salida por la tangente del presidente del tema fue responsabilizar de un decreto firmado por él mismo a otro decreto del año 2010 firmado por Cristina Kirchner y usado de referencia. La oposición dialoguista fue la que le puso un freno a esa estrategia, contuvo sus deseos de criticar una vez más a la expresidenta y no dejó que Milei salga del foco de la agenda. La discusión sobre el presidente del "no hay plata" aumentándose el salario representa para Milei un desafío, no solo por la cuestión moral y ética que queda reñida en esa acción sino porque lo pone en el lugar que quiere evitar, que el debate público consista en revisar sus "privilegios" en los mismos términos que él fogonea contra la casta.
Las preguntas.